.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Desde que fui concebida en el vientre de mi madre, ya venía condenada a tener una vida sin padre.

Con días de nacida tuve que entrar a la guardería.

Con 5 años recuerdo a dos niños burlándose de mí en el colegio por no tener un padre y hacer que no escuchaba y cuando lo hacían enfrente de mí hacer como si no importara.

Con 7 años no recuerdo a mi madre descansado, con todo el trabajo que tenía casi nunca estaba en casa y eso me hacía sentir sola. Alguien de esa edad no sabe nada sobre cosas laborares yo sólo quería a mi mamá conmigo.

A los 13, entre a secundaría y conocí la primera dieta para bajar de peso.

A mis 14 tuve una obsesión por ser delgada, al punto de lastimarme, al mismo tiempo que tenía una relación pésima con mi madre.

También sufrí una perdida que hasta la fecha aún la recuerdo y lloro, pues mi prima que era como mi hermana a sus cortos 16 un conductor arraso con ella y se fue de mi lado.

A los 15 me dejo el primer chico y termine con el corazón roto, al igual que a los 16, 17, 18 y 19.

A mis 16 conocí a mi padre que dijo que nos volveríamos a ver, hasta la fecha no he vuelto a saber nada de él.

A esa misma edad, mi mejor amiga me traiciono.

Ame por primera vez a los 20 y sigo enamorada. 

A los 21 me voy a graduar de la universidad y tengo miedo a la vida de fuera.


Hay muchas cosas que me han lastimado, alomejor más adelante escriba a quién lastimé yo, da igual con todo esto que me ha pasado he sido tan feliz en la vida y a mis cortos 20 años puedo decir que ya sé lo que es tener que se fuerte por tu mamá, sé lo que es vivir sin un hombre toda una vida, ya aprendí a que las cosas tontas no me lastimarán y con certeza sé que  ahora soy una mujer tan fuerte por fuera, pero a la vez tan frágil por dentro  que solo 3 personas se han podido dar cuenta.