
París de noche, Madrid de día, Roma al amanecer, Venecia con frío, Londres con niebla... de ella solo sé que nunca tomo el boleto de avión con destino a París que le ofrecí.
Mejor me voy ahora que nos queremos tanto, me voy antes de que le lleguen los vicios a esto que nos ha salido tan bien. Ya nos tenemos demasiada confianza, me voy a ir antes de que nos entren la terquedad y el odio